Normalmente planteamos y hablamos sobre temas que nos afecta a nivel exterior e interior, pero muy pocas veces lo planteamos desde el punto de vernos a nosotros mismos como una Empresa, o como un Proyecto de Vida.
Los que tuvimos la suerte de poder ir a la escuela primaria, luego completar estudios medios o superiores, generalmente estuvimos influenciados/presionados por la familia y/o una sociedad que nos ha inculcado que hay que tener un título entre manos para afrontar un futuro promisorio.
Razón no les faltó ni nos falta a todos los padres que así pensamos.
Pero pasa una cosa muy curiosa con los estudios: aprendemos un oficio, pero no nos enseñan a ser buenos trabajadores.
Aprendemos a defendernos con nuestros conocimientos técnicos, pero no nos enseñan a superar las adversidades.
Aprendemos que un éspematozoides puede fecundar un óvulo, pero no nos enseñan a ser buenos padres o parejas responsables.
Aprendemos que hay ciencias exactas, pero no aprendemos que cuando un familiar muy querido está enfermo de gravedad o muere, no hay ciencia que nos explique como reparar este daño en nuestro interior.
Las primeras lecciones para ir desarrollando nuestra Inteligencia Emocional durante nuestra infancia debería servir para irnos formando como "Empresarios de nuestra vida". La tarea primordial de los que están a nuestro alrededor en nuestra primera etapa de la vida, es que se ocupen antes que nada de enseñarnos primeramente sobre lo que pueda estar pasando dentro de nosotros, para luego ocuparse de lo que podemos lograr exteriormente.
¿Qué les enseñamos a nuestros niños? Les enseñamos que 2+2=4, o q París es la capital de Francia.
¿Les enseñamos lo que son? ¿Todo el potencial que llevan dentro? ¿Las infinitas posibilidades que tienen en el mundo que comienzan a vivir? Para ello, deberíamos decirles a menudo: ¿Sabes lo que eres? ¡Eres una maravilla! ¡Eres único! ¡Nunca ha habido un niño como tú!
¡Tus piernas, tus brazos, tus inteligentes dedos, la manera en que te mueves... forma parte del gran milagro que tú eres!
¡Mi niñ@, sabes que puedas que te conviertas en un Shakespeare, un Miguel Angel o un Beethoven, porque tienes la capacidad para lograr todo lo que quieras en tu vida!
jueves, marzo 01, 2012
Tu Primera Gran Empresa ¡Tú Mism@!
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