En estos tiempos donde las horas pasan como aguas de un río desbocado, es muy frecuente que al final de una agotadora jornada, nos marchemos a casa con la sensación de no haber concretado nada, o el de no haber sido "productivos", ni con nuestro trabajo, ni con nuestras metas personales.
La sensación es algo "frustrante", cómo si no hubiésemos dado ningún paso hacia adelante en nuestros objetivos, y lo peor es que nos hace sentir confusos, dispersos y cansados.
Existen muchísimos motivos y distracciones que aún sin buscarles, surgen de cada esquina a nuestro encuentro y logran que nuestro tiempo se nos escape como humo, dejándonos impotentes ante el panorama de no poder retenerle.
Aprender a ser Resolutivo es tarea obligada para quienes desean lograr concretar sus planes y cumplirlos en un tiempo determinado.
Algunos ejemplos de las distracciones que pueden estar afectándonos:
* llamadas y correos poco importantes que podemos hacer o leer al finalizar nuestro trabajo.
* interrupciones constantes de terceros, que distraen y rompen nuestro ritmo de trabajo
* charlas intrascendentes que pueden esperar por esos minutos u hrs libres de media mañana o media tarde
* visitas inoportunas, reuniones sin planificar que se alargan sin concretar temas
* cumplir con supuestas urgencias de otros, anteponiendo las nuestras, etc.
También están las sobrecargas auto-impuestas por querer “estar a todo, no nos vayamos a perder algo”. Por ejemplo: artículos que no puedes dejar de leer, eventos en los que tienes que hacer acto de presencia, comidas a las que no puedes faltar, … son obligaciones que, por inercia, nos auto-imponemos y que poco o nada tienen injerencia en nuestros verdaderos objetivos.
Estas son unas pautas que te pueden ayudar a estar más enfocado durante la jornada:
· ESTABLECE TU TIEMPO DE ENFOQUE. Es un tiempo sólo para tí y tú proyecto o plan de trabajo. En ese espacio de tiempo te centras y enfocas tu trabajo. Estableces objetivos y prioridades. Ves dónde estás y hacia donde te diriges. También es el tiempo en el que realizas las tareas más importantes sin interrupciones. Tu tiempo de enfoque pueden ser 15 minutos o una hora (lo que puedas o consideres adecuado).
· INTENTA TERMINAR LO QUE TE PROPONES CADA DÍA. Una vez que centras tus objetivos y organizas tu tiempo alrededor de ellos te será más fácil cumplirlos. Así te sentirás más resolutivo, más vital, y podrás seguir avanzando.
· SELECCIONA, PRIORIZA Y APRENDE A DECIR “ahora no”. Dentro de lo posible, no te involucres en muchos proyectos ni obligaciones hasta que no vayas cerrando temas. Pon atención a lo que dices sí y a lo que dices no. De todas las tareas que estás llevando a cabo… ¿qué es importante para alcanzar tus objetivos y qué no lo es?
· USA LOS GADGETS TECNOLOGICOS CON SENTIDO COMÚN. ¿Te pasas el día pegado al móvil, Internet, BlackBerry o iPhone? A veces, estos aparatos absorben nuestra atención de tal manera que nos perdemos lo importante que pasa en el mundo y a nuestro alrededor y nos restan un precioso tiempo.
Las nuevas tecnologías son estupendas y nos facilitan la vida, pero cuidado con el uso excesivo que a veces hacemos de ellas.
Está claro que seguirán surgiendo distracciones, y que te puedes permitir el ser flexible de vez en cuando, porque ello te permitirá alejarte del estres de terminar todo a tiempo; pero recuerda que tener un plan de trabajo, dedicar cada día un tiempo a centrarlo, priorizar lo más importante, y usar los gadgets con sentido común, son pautas que te ayudarán a mantenerte enfocado y más satisfecho con tu día a día.
viernes, abril 02, 2010
El Tiempo versus Nuestras Metas
Etiquetas: Reflexiones
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